¿QUÉ ES EL AUTOCONOCIMIENTO?

“El Autoconocimiento no es solo tener consciencia de la luz que nos ilumina, sino de la oscuridad que puede opacarnos” (I. Cala)

El Autoconocimiento, como indica la propia palabra, es el conocimiento que tenemos de nosotros mismos. Dicho así puede parecer sencillo, simple. No obstante, es un conocimiento que va más allá de lo que apreciamos cuando echamos una primera mirada hacia el interior. El Autoconocimiento va sobre llegar a conocer quiénes somos en toda nuestra complejidad, en todas dimensiones, en lo mental, en lo emocional, en lo espiritual y lo corporal.

Es saber de nuestros gustos, talentos, habilidades, capacidades, es saber qué prefiero para desayunar, qué música me mueve más, si soy más de salir o de sofá y manta, qué tipo de libros o pelis me gustan. Si, el autoconocimiento es todo eso y también es mucho más. Conocernos también tiene que ver con saber cuáles son los pilares de mi vida, qué cosas son las que realmente me importan, es bajar a los infiernos y ver las debilidades, “los monstruos”, llegar a aceptar eso que no me gusta de mi misma. El autoconocimiento es llegar a saber qué nos mueve de lo que experimentamos, es profundizar en lo que realmente sentimos, permitirnos estar ahí para poder acogernos, comprender qué pensamientos o creencias acerca de mí, de los demás y de la vida dominan mi manera de ser y relacionarme, es comprender el pasado que tenemos en las espaldas para aceptarlo y ser conscientes de que somos más que nuestra historia. Es, en definitiva, llegar a la esencia de lo que somos para llegar a la más pura aceptación y comenzar el camino de la verdadera felicidad y del desarrollo personal.

El Autoconocimiento no es algo estático ni puntual. Como seres humanos que nos relacionamos, que vivimos experiencias y aprendemos, vamos evolucionando y cambiando a lo largo de nuestras vidas y esto requiere que, el ocuparnos de nuestro autoconocimiento, sea una labor constante. La buena noticia es que una vez que somos conscientes de su importancia, aprendemos a conocernos en profundidad y nos beneficiamos de todo lo positivo que conlleva, se convierte en un hábito placentero, que se mantiene fácil y casi por instinto. La clave está en empezar.

¿QUÉ LO HACE TAN IMPORTANTE? ¿CUÁLES SON SUS BENEFICIOS?

Sabiendo lo que supone el Autoconocimiento en nuestras vidas es incuestionable la importancia que tiene para el desarrollo y crecimiento personal. Son muchos los beneficios que aportan, algunos de los más importantes son los que se mencionan a continuación:

Conocernos en profundidad y de forma global es fundamental si queremos potenciar nuestro desarrollo personal:

Para evolucionar en nuestras vidas y desarrollo de manera consciente y cambiar ciertas circunstancias o aspectos que no nos gustan, es fundamental saber de dónde se parte. ¿Cómo voy a saber qué trabajar en mi cuando siento que hay algo que no anda bien si no sé de dónde viene?

El conocernos bien de forma global nos permitirá identificar más fácil y rápidamente el punto en el que estamos y qué aspecto o área de nuestra vida necesita “reformas” porque hay algo que nos hace sufrir. De este modo, nos ayudará a responsabilizarnos de lo que sentimos, pensamos y hacemos, convirtiéndonos en sujetos activos de nuestra vida, aumentando nuestra capacidad de “desmontar” nuestras respuestas automáticas cuando no nos benefician y nuestra capacidad de cambiar y desarrollarnos.

Conocernos interfiere en las relaciones que escogemos, tenemos y mantenemos:

¿Nos hemos preguntado alguna vez qué busco en una persona?, ¿Qué es lo importante para mí en la vida?, ¿cuáles son los valores que busco en una pareja? ¿Elijo desde la consciencia o desde la necesidad, las heridas y los miedos?

Cuando no nos conocemos en profundidad y en esencia, solemos elegir desde la necesidad y las heridas que cargamos en la mochila, en vez de escoger desde la consciencia de qué es lo que realmente quiero y busco en las personas con las que me voy encontrando en el camino para poder elegir relaciones de equidad y de calidad.

Autoconocimiento en la búsqueda del propósito:

¿Hacia dónde quiero dirigir mi vida? Es cierto que no siempre podremos encaminarnos a aquello que más nos llene o tener trabajos que sean nuestra pasión. Hay circunstancias que influyen y en ocasiones nuestro margen es escaso; no obstante, si me conozco y sé lo que quiero, seré consciente de hacia dónde quiero ir y tendré más oportunidades de conseguirlo y, sino, tendré la posibilidad de elegir dentro de un margen que sea mínimamente adecuado para mí. No conocerme implica un sentimiento de vacío y de ir por la vida sin un rumbo fijo, a la deriva y completamente perdida, a expensas de lo que otros decidan por mí.

Nuestro grado de Autoconocimiento influye directamente en nuestro nivel de Autoestima:

Nuestra mente forma una visión general de qué y cómo somos. Esta idea general nos la creemos de tal manera que pasa a ser nuestra identidad. Si ya de por sí esto nos puede limitar y causar malestar a no ser que trabajemos en esas creencias, imaginaos cuando vivimos constantemente definiendo lo que somos en base a lo que los demás piensen y digan que somos y a nuestras heridas del pasado. Dejamos nuestro bienestar, literalmente, a voluntad de los demás. Conocernos en profundidad nos permitirá influir en nuestro sentimiento de capacidad y valía, nos ayudará a acercarnos a nuestra esencia desde la curiosidad, sin juicios ni críticas, desde una actitud de aceptación y nos dará la posibilidad de cuestionar todas esas ideas y creencias sobre nosotras mismas que nos dañan para poder construir un autoconcepto flexible y realista que nos ayude a mejorar nuestra Autoestima.

El Autoconocimiento nos permite desarrollar una buena Inteligencia Emocional:

Conocernos en profundidad nos permite desarrollar las habilidades de identificación, expresión y regulación emocional tanto en nosotras mismas como de cara a tratar con los demás. El Autoconocimiento acerca de lo que pasa en mi interior emocionalmente hablando es fundamental para nuestro desarrollo y adaptación al entorno y las circunstancias que experimentamos a lo largo de nuestra vida. Todas las emociones son útiles e importantes, nos dan información muy valiosa acerca de lo que pasa en nuestro interior, del significado que atribuimos y la concepción que tenemos de nosotras mismas, de los demás y del mundo. Nuestro bienestar y grado de satisfacción vital va a depender mucho de nuestra capacidad de identificar, reconocer y regular nuestro mundo emocional lo que no es posible si no potenciamos nuestro autoconocimiento emocional.

BARRERAS PARA EL AUTOCONOCIMIENTO. ¿QUÉ NOS IMPIDE CONOCERNOS?

En muchas ocasiones, somos conscientes de la importancia que tiene el conocernos en profundidad, algo dentro de nosotras quiere ir hacía allí, hacia ese lugar que guarda muchas de las respuestas que anhelamos. Es como si esa sensación de “no puedo más, no quiero seguir así” nos impulsará a mirar hacia dentro. Sin embargo, sigue habiendo una resistencia, un “no puedo y no sé por qué”, se siente un bloqueo que nos impide profundizar. Y es que conocerse a una misma es una tarea que puede ser más compleja de lo que parece. La resistencia que encontramos a la hora de profundizar se debe a que, de manera consciente o inconsciente, existen ciertas barreras que lo hacen más difícil. Algunas de ellas son:

  • Vivimos en la prisa, “no tenemos tiempo para pararnos a reflexionar”.
  • Vivimos en piloto automático. No prestamos atención a lo que sucede en nuestro interior.
  • Solemos estar en el pasado o en el futuro. Nos olvidamos de estar presentes.
  • Miedo a mirarnos por dentro ¿y si lo que descubro no me gusta?
  • No saber por dónde empezar. Nos paralizamos ante el desorden mental y desistimos ante el desgaste que supone poner la mente en orden.
  • Queremos todo ya. Buscamos lo inmediato y no tenemos paciencia para el proceso. (como si conocerse fuese una como ir de A hasta B)
  • Nos quedamos con lo que creemos. Nuestra mente suele buscar en el exterior la información que reforzará la idea previa que tengamos de nosotras mismas (Sesgo de confirmación) y nuestra razón no se para a cuestionar si lo que creo es realmente lo que es.